¿Sabías que la mayoría de las relaciones sentimentales desde tiempos inmemorables, finalizan a causa de expectativas no cumplidas?

Todos tenemos expectativas en cada una de las áreas de nuestra vida y están presentes en todo momento. Pero, ¿qué son las expectativas? Se dice que son la esperanza o posibilidad de obtener algo, o de cumplir con un determinado propósito.

Son inherentes a los seres humanos, forman parte de nosotros. Cada vez que vamos a iniciar algo nuestra mente lo primero que construye es una idea de cómo queremos que se den los resultados. Lo que sea que estemos iniciando, una relación, un proyecto, un empleo, un negocio.

Y no solo cuando vamos a iniciar algo. Los seres humanos tenemos esa peculiar característica de llenarnos de expectativas siempre que vamos a realizar cualquier cosa. Desde lo más trivial o insignificante hasta el sueño más gigantesco que podamos tener en nuestras vidas.

Si tú te analizas honestamente y a conciencia, siempre estás esperando algo de alguien o de cualquier situación. Siempre.

Si te vas a sentar a comer, esperas que la comida esté rica. ¿qué pasa si no lo está? Si te vas a ir de vacaciones, esperas que sean de lo más divertidas y relajadas posibles, sin contratiempos. ¿Qué sucede si no es así? Si estas en una relación, esperas que tu pareja te sea fiel. Esa es una gran expectativa.

¿Por qué tenemos expectativas? queremos tener la firme creencia de que las cosas van a salir como nosotros esperamos. Esto nos llena de entusiasmo y nos motiva a seguir adelante, si bien esto puede ser una ventaja, la mayor parte de las veces, el tener expectativas nos coloca en una posición riesgosa que nos llevará a terminar decepcionados.

Yo te podría compartir un ensayo extenso y estructurado de lo que son las expectativas, de sus ventajas y desventajas, de los tipos que hay, etc., pero no lo haré, no es mi propósito al compartir contigo estas palabras. Lo que sí quiero que te lleves bien grabado es lo siguiente; expectativas es igual a decepción.

La realidad nunca va a ser exactamente igual a tal como la imaginaste. Los castillos en el aire, siempre he invariablemente terminaran desmoronándose. No busco hacerte ver la vida como algo desolador y sin esperanza, y que no vale la pena ser vivida. Por el contrario, pretendo que gracias a que te encuentres libre de expectativas, tu experiencia de vida sea mucho más ligera y tranquila. Sin decepción constante.

EXPECTATIVAS = DECEPCION

¿Cómo sería tu vida si no esperaras nada de nadie ni de nada? ¿Es esto posible para el ser humano promedio o es una utopía en toda la extensión de la palabra?

Hablemos de uno de los temas más escabrosos desgraciadamente en la vida de los seres humanos. Las relaciones amorosas.

¿Qué pasa por tu cabeza cuando estas conociendo a alguien o cuando vas a iniciar una relación sentimental? ¿Qué tipo de pensamientos transitan por tu cabeza referente a la otra persona?

Esperas que dicha persona te entienda, te complemente, que sea amorosa. Que sea responsable, considerada, que tenga una conversación inteligente, que no sea aburrida. ¿Qué más, que más esperas de tu pareja?

¿Y qué pasa cuando te das cuenta de que no es o no tiene todo lo que tú esperabas?

Te decepcionas, te resientes con ella. Empieza a surgir cierto enojo, coraje, ira e inclusive hasta odio. Te llenas de tristeza. De pronto te quieres desquitar, vengar y no sabes por qué.

Ahora en los negocios y vida profesional, tienes el mejor proyecto en tus manos. Una idea maravillosa que sabes va a ser un éxito. ¿De verdad lo sabes, o eso es lo que tu mente tiene como expectativa?

¿Qué esperas que suceda con ese proyecto, negocio o nuevo empleo? Claramente que haya el mejor de los resultados, que se cumplan todos los objetivos planteados, las metas propuestas. Grandes ventas, excelente calidad de tus productos, cero quejas, un ambiente de trabajo inigualable y la lista puede ser interminable.

La realidad, ¿qué sucede en el transcurso normal de las cosas? Rara vez los hechos suceden como los planeaste o imaginaste. Si bien en muchos casos las expectativas pueden ser excedidas, pero aun así el camino recorrido para tener ese resultado dista mucho del camino trazado para conseguirlo.

Pero si no es el caso, si las expectativas no han sido ni siquiera cumplidas, ¿qué sucede en ti?

Te frustras, te quejas, te amargas. Te desanimas, renuncias. Te enojas contra el mundo, contra los clientes, contra la competencia, contra tu divinidad. Te enojas contigo mismo y con la vida.

Por lo tanto, yo le agregaría algo a la ecuación.

EXPECTATIVA = DECEPCION = SUFRIMIENTO

“Todo sufrimiento proviene del anhelo, del apego y del deseo”. Edgar Allan Poe

¿Qué hacer ante este camino directo al sufrimiento y la decepción constante? Es simple, más no sencillo.

Elimina todas las expectativas de tu vida. Y cuando digo todas me refiero a todas y cada una de ellas. Y algo más, no esperes nada de nadie.

Los seres humanos hemos sido condicionados a cargar las expectativas de todo el mundo, así fuimos criados y programados. Tenemos que cumplir con cierta conducta ante la sociedad, religión, relaciones y ante nosotros mismos. Nos llenamos de exigencias externas y otras tantas autoimpuestas que nos hacen tener una vida extremadamente pesada.

Y además de todo lo anterior, siempre tenemos que esperar lo mejor de cada situación, de cada persona. Te digo algo, la vida no es así. La vida tiene sube y bajas, tiene desniveles. Hay cosas que no te van a salir bien, ni a la primera, ni nunca. La vida tiene caídas, fracasos, luchas, injusticias.

En la medida que dejemos de esperar que todo nos va a salir “bien” siempre, vamos a tener una vida más tranquila, más plena, más en paz. Más sana y saludable.

Pon atención a la siguiente formula. SATISFACCION = REALIDAD - Expectativas

Nuestra satisfacción ante las circunstancias de la vida, ante las personas y todo cuanto exista, es indirectamente proporcional a las expectativas que pongamos sobre ellas. A menos expectativas mayor satisfacción. Es decir, si quitamos las expectativas de la realidad tal y como es, nos encontraremos en un estado completo de satisfacción proveniente de la aceptación total de dicha realidad.

El tener una vida sin expectativas, es una manera más feliz y ligera de vivir tu vida. Es posible que estés pensando que pasa entonces con tus sueños y tus propósitos de vida, son parte de ti, consérvalos y ve por ellos, es indispensable que lo hagas. Lucha por ellos y trabaja arduamente si así lo deseas para conseguirlos, pero con la plena consciencia de que es posible que no se hagan realidad. En lo que si debes poner toda tu atención es en disfrutar del proceso, del camino y el viaje hacia ellos, de eso se trata la vida. ¿El resultado final?, solo suéltalo, no tienes el control sobre él.

Vivir sin expectativas te convierte en una persona más libre, más plena, te convierte en una persona que vive más en paz con todo lo que es. Te hace una persona que vive en total aceptación de todo cuanto existe. ¿Te gustaría vivir de este modo?

¿Qué tanto esperas de la vida? ¿Cuáles son tus expectativas? El saber reconocerlas es el primer paso para empezar a soltarlas. ¿Estas realmente consciente de todas ellas? Toda transformación en la vida viene a través de la consciencia de lo cual les platicare más adelante.

Libérate de tus expectativas, suelta el control y deja que la vida te sorprenda.