¿Llevas equipaje de más en tu cuerpo? ¿Subes y subes de peso como si no pudieras parar? ¿Existirá realmente el famoso gordito o gordita feliz?
Tal vez estoy tocando con este tema fibras sensibles para ti pero déjame decirte que mi intención es totalmente buena, mi intención es que hagamos un poco de consciencia, plantar una semilla y que pensemos un poco en lo que le estamos haciendo a nuestro cuerpo.
Yo sufrí sobrepeso durante muchos años de mi vida, desde los 9 hasta los 27 años, y no era pero para nada feliz. Al menos este era mi caso ya que yo no puedo hablar por todas las personas que sufren sobrepeso.
Si nos situamos en parte responsable y no en víctima, el tener obesidad amigos es una completa decisión. Ni naciste así, ni es totalmente genética ni es una situación que nunca vas a poder cambiar. Déjame aclararte algo, no tienes por qué cargar con tus kilos de más durante toda tu vida. No es algo irreversible.
La obesidad o el sobrepeso son consecuencia en el mayor de los casos de nuestros hábitos alimenticios así como de nuestra de falta de movimiento. Eres lo que te comes y si no te mueves (ejercicio) eres lo que te comes multiplicado. Son matemáticas simples, si comes más de lo que tu cuerpo alcanza a quemar o consumir durante el día, vas a empezar a generar reservas en tu cuerpo, vas a empezar a acumular grasa, va a empezar a engordar.
Me gustaría compartirte un escrito que podría contradecir un poco lo que te acabo de exponer, sin embargo pienso que lo complementa a la perfección. Es de una autor desconocido, lo transcribo tal cual, lee con atención.
¿QUÉ FUE LO QUE TE HIZO ENGORDAR?
Ni una alimentación deficiente, ni la falta de ejercicio han provocado tus kilos de más.
Lo que te hizo engordar fue el miedo, el sentimiento de abandono, la falta de amor, la desvalorización, la desprotección, todo esto lo expresaste en impulsos inconscientes, y ellos se manifestaron como hábitos alimenticios deficientes.
Ten en cuenta que la finalidad de las experiencias dolorosas no es perdurar, sino enseñarnos su lección y luego disolverse. Sin embargo como tu sistema de drenaje emocional está averiado, has tratado, inconscientemente, de deshacerte de esos pensamientos y sentimientos por medio de la digestión, diciendo: Si no puedo procesar mi tristeza, quizá me la pueda comer, si no puedo procesar mi ira, quizá sea capaz de engullirla.
Ese exceso de peso desaparecerá cuando ese niño interior que aún vive en el cuerpo del adulto, creciendo a través de la grasa, para ser reconocido y protegido por el adulto, se dé cuenta que el miedo pertenece al pasado y que ahora está a salvo. Ese niño interior dejará de crecer en forma de grasa corporal.
Quiero que sepas que la grasa es una expresión física de tu necesidad de poner distancia con los demás, esta grasa ha sido un muro para protegerte, una barrera, que tú mismo has creado.
Te propongo que derribes los ladrillos de ese muro de grasa, para así darle paz y libertad emocional a tu niño interior. Esos ladrillos hoy, ya no te sirven, esos ladrillos que tienen nombre y se llaman: vergüenza, rabia, miedo, rencor, injusticia, protección, separación, agotamiento, estrés, complejo de inferioridad.
La grasa que te quitas de encima había penetrado en tu consciente antes de acumularse en tu cuerpo y cuando el peso desaparezca de tu mente, abandonará también tu cuerpo
Autor desconocido
Nos comemos nuestras emociones. Si bien nuestro cuerpo reacciona físicamente cuando comemos de más constantemente y no hacemos ejercicio, el trasfondo del sobrepeso va mucho más allá.
Los buenos hábitos están al alcance de todos. Las dietas están allá afuera, los gimnasios están allá afuera, los suplementos de todo tipo están por todos lados. Comida orgánica, nutriólogos, coaches de vida, toda la información que necesitemos está a nuestro alcance, pero mientras no comencemos con un trabajo desde el interior, nuestros esfuerzos no digo que serán en vano, pero el camino será más largo y difícil.
El estar delgado o en tu peso ideal no es una campaña publicitaria de Victoria´s Secret solamente, es un estilo de vida. Es estar sano, sentirte mejor contigo mismo, sentirte ligero, dejar cargas innecesarias en tu vida y se traduce en mayor energía para tus actividades, un mejor estado de ánimo para convivir con tu familia, con tus amigos, contigo mismo. Es tener una mejor calidad de vida, más libre, más en paz, más plena y más feliz.
La decisión es tuya, siempre lo ha sido. Nadie más puede decidir por ti en este sentido. Nadie puede amarte más que tú mismo. Es justo para tu vida que empieces a tratarte mejor. Sé tu mejor amigo o amiga, quien más se ama, quien más se respeta, quien más se cuida. Empieza a pensar mejor cosas sobre ti, háblate mejor, júzgate mejor, ten mejores pensamientos acerca de ti.
Solo tienes esta vida de la que te vayas a acordar, solo tendrás este cuerpo. Amalo y conviértelo en tu aliado para que puedas vivir al máximo y disfrutar tu existencia con plenitud.
Edgar Eli – Vive Ligero