¿Como se encuentra tu estado de ánimo en este instante? Detente un momento y observa tu interior unos segundos. ¿Te sientes pesado o ligero emocionalmente?

Es lógico que como seres humanos llevemos cierta carga emocional dado que somos seres sensibles y hemos sido provistos de emociones. El asunto aquí es saber detectar para donde está cargada nuestra balanza emocional y que tipo de sensaciones son las que predominan en nuestro sistema.

¿Cuáles emociones son las que prevalecen mayormente en tu día? ¿Te detienes en algún momento del día a observar tus sensaciones internas?

Alegría, tranquilidad, felicidad, gozo, serenidad, amor, compasión, tristeza, desasosiego, ansiedad, enojo, ira, resentimiento, coraje, culpa, vergüenza, odio, autocompasión, miedo por nombrar solo las más comunes.   

Si tuvieras que responder en total honestidad, ¿cuáles de todas las anteriores son las más recurrentes y constantes en ti? ¿Cuáles están más presentes en tu forma de hablar, en tus relaciones, en tu vida en general?

Si bien no soy participe de definir a las emociones como buenas o malas, sino más bien clasificarlas del tipo ascendentes o descendentes, con base en el nivel de vibración en el que nos sitúa como seres energéticos que somos, si  puedo reconocer que por el tipo de vida que llevamos y la programación que traemos más arraigada, nuestra balanza emocional está comúnmente cargada al tipo de emociones que nos coloca en un estado de vibración bajo.

Los seres humanos somos un engrane de cuerpo, mente-emociones, y espíritu, desde la niñez a través de todas las etapas de nuestra vida vamos acumulando poco a poco cierto sobrepeso en nuestro sistema. En esta ocasión, no me refiero al sobrepeso físico que todos conocemos, si no al sobrepeso emocional, que son todas aquellas cargas emocionales de nivel bajo que se van adhiriendo a nosotros a través de nuestras experiencias y que van dejando huella en ese engrane que somos.

Ese sobrepeso o cargas emocionales son una serie de emociones, sentimientos o sensaciones negativas acumuladas en nuestro sistema, que dificultan nuestra capacidad para desarrollarnos en plenitud como seres humanos y por lo tanto nos impiden ser felices. Nos impiden evolucionar y alcanzar el estado máximo de realización personal.

Dichas cargas emocionales pueden manifestarse a través de cosas, situaciones, personas, acontecimientos y las llevamos a cuestas, viven en nosotros de una manera inconsciente, es decir, la mayor parte del tiempo no sabemos que las traemos y hacen que nuestra vida sea una experiencia difícil, amarga, dolorosa, pesada y por supuesto infeliz.

¿Estas enojada o enojado la mayor parte del tiempo sin alguna razón aparente? ¿Explotas o lloras fácilmente? ¿Encuentras a menudo la vida sin sentido o propósito? ¿Experimentas culpa o miedo frecuentemente? ¿Te enojas y resientes con facilidad?

Ahora te pregunto, ¿te gusta vivir de esta manera? Supongo que no, ¿entonces porque lo permites?

Esa inquietud, irritabilidad, descontento que sientes en tu vida, esa insatisfacción, amargura, ira, depresión, autocompasión, culpa son formas de sufrimiento y forman parte de tu cuerpo emocional.

Eckhart Tolle en su libro El Poder del Ahora menciona la existencia de un cuerpo del dolor emocional en los seres humanos, señala que ese dolor acumulado es un campo de energía negativa que ocupa nuestro cuerpo y nuestra mente.

A través de ese dolor y sufrimiento nuestra experiencia de vida se va convirtiendo en algo denso, pesado y muy difícil de manejar o disfrutar, lo peor del caso es que nos vamos acostumbrando a esa forma de experimentar la vida al grado que no concebimos que pueda ser diferente. Creemos entonces que esa es la manera normal y correcta de vivir.

Nos identificamos tanto con nuestros problemas, con nuestra historia pasada de dolor que nos encontramos cargados de culpas, resentimientos, de vergüenza, de auto conmiseración y frustración. Por lo tanto, actuamos llenos de miedo, ira, de coraje, con deseos de venganza.

Todo lo anterior necesita un escape, a un nivel inconsciente se hacen presentes en nosotros comportamientos autodestructivos. Constantemente buscamos fugas para toda esa carga que vive dentro de nosotros. Nos vamos llenando de excesos, vicios, adicciones, y muchas otras salidas falsas que lo único que nos generan es más de las mismas sensaciones y emociones negativas que las generaron, entonces el ciclo es completado y vuelto a iniciar. 

¿Qué tan pesada se siente tu existencia? ¿Cuantas personas, historias, errores, hubieras, desgracias, sufrimiento estas cargando en este momento en tu interior?

¿Qué tantas cargas llevas en tu vida? Es tiempo de empezar a identificarlas, saber reconocerlas, traerlas a la luz. En la consciencia está la clave para toda transformación, nunca me cansaré de repetírtelo. Y una vez que estés consciente de ellas, es necesario estar dispuesto a soltarlas para convertirte en ese ser humano que estabas destinado a ser y que así tenga lugar tu liberación.