¿A que le temes hoy en día? ¿Qué tanto te preocupa? ¿Cuál es esa historia que sucede en tu cabeza que te hace sentir tanto miedo y preocupación en tu vida?

¿Sabías que un gran porcentaje de las cosas que nos imaginamos nunca realmente suceden o bien suceden de una manera muy distinta?

Hoy en día los seres humanos vivimos en estados muy recurrentes de miedo y preocupación, ya son parte integrante y constante de nuestras vidas y hemos aprendido a vivir con ellos de una manera que podría considerarse “normal”.

Términos como el estrés y la ansiedad se han hecho más que comunes en nuestro diario vivir. Todo nos causa estrés, todo nos causa ansiedad. El trabajo, la escuela, mi relación, el negocio, los hijos, la economía, la salud, el clima, el tráfico, la pandemia.

¿Cuál es la razón de esto? ¿Por qué nos gusta vivir constantemente preocupados y llenos de temor?

El miedo es una emoción que se activa en nuestro cuerpo como un mecanismo de defensa con el único objetivo de protegernos ante una situación de peligro. El miedo nos aleja de un incendio, de un animal peligroso, de una pelea o de condiciones de contagio.

¿Pero qué pasa cuando determinada situación no es real sino imaginaria? ¿Cuántas veces no le tenemos miedo a situaciones posibles que solo viven en nuestra mente y que muy remotamente se harán realidad? Es decir, es muy poco probable que sucedan.

Y aun así vivimos continuamente preocupados, llenos de estrés y de ansiedad pensando en lo que podría pasar si dichas situaciones imaginarias y no existentes en este preciso momento se realizaran.

La preocupación es una emoción inútil llena de despilfarros de momentos presentes ya que nuestra atención se encuentra enfocada en el futuro pensando en probabilidades comúnmente negativas, de las cuales la mayoría de las veces no tenemos ningún control.

¿A que le tienes miedo hoy en día, a enfermarte, a morir, a perder un ser querido, a quedarte sin sustento, a no volver a tu vida tal y como la conocías?

¿En qué te ayuda preocuparte, lo resuelve, elimina la posibilidad de ese terrible escenario? ¿Qué beneficio real te da?

Si bien es cierto que en determinadas circunstancias es necesario tomar ciertas precauciones, lo grave es cuando volvemos dichas circunstancias un pensamiento recurrente y constante en nuestra mente y las convertimos en una idea a la cual nos aferramos y enganchamos y que desata en nosotros estas emociones inútiles como la preocupación, la ansiedad y el estrés que solo nos roban nuestra tranquilidad y dañan nuestras células increíblemente.

¿Tienes idea de todos los químicos que se segregan a nuestro cuerpo cuando estamos bajo la influencia de estas emociones, y el daño tan grande que le generan a nuestro organismo?

El estar dándole vueltas constantemente a una eventualidad, solo te roba la paz y la felicidad de este momento presente y además nubla tu mente para pensar de una manera eficaz y anticipar una posible solución. Ocúpate no preocúpate.

Por lo tanto, cuando te descubras a ti mismo en episodios de miedo, preocupación y ansiedad lo que debes de hacer es cambiar tu atención. ¿De qué manera puedes cambiar tu atención?

Primero que nada deja de ver noticias, números, estadísticas, deja de llenar tu mente con información que te intranquilice y por supuesto deja de hablar del tema.

Escucha música y canta, si le agregas baile es mejor. Realiza actividades con tu familia. Cierra los ojos y haz consciente tu respiración. Escribe, pinta un mandala. Arregla tu casa, ponte a limpiar, a cocinar. Mantente ocupado, no preocupado.

Escoge un mantra. Los mantras son frases cortas de naturaleza positiva que puedes repetir fácilmente en tu mente y que llevan tu atención al momento presente. Hay infinidad de ellos, escoge uno que resuene contigo y con el que te sientas a gusto.  Repítelo incansablemente durante tu día.

La vida nos puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos por lo tanto debemos de aprovechar nuestros momentos de la mejor manera, no malgastarlos, al contrario disfrutarlos al máximo, hacer que valgan la pena.

Haz que tus momentos presentes estén llenos de alegría, de tranquilidad, y de gozo.  No permitas que el miedo y la preocupación dominen tu vida, no les otorgues ese poder. Recuerda que lo que sientes en tu interior te pertenece, solo tú tienes ese control.

Vivir llenos de miedo y preocupación es una manera inútil y triste de vivir, no le hagas eso a tu vida. En ti esta la decisión.